El XIX y el XX han sido los siglos del materialismo dialéctico y del materialismo histórico, solidarios en gran medida del diagnóstico ontológico moderno que toma como punto de partida fundamental una filosofía de la historia y una teleología antropocentradas. Sin embargo, en las últimas décadas han florecido nuevos materialismos que, reivindicando igualmente la existencia concreta, se apartan de aquellos para estudiar una dimensión de lo existente que busca alejarse de toda teleología humanista. Se trata de explorar las corrientes materialistas contemporáneas que apuestan por una intervención filosófica que renueve el lenguaje político ligándolo a temas no exclusivamente humanos (lo animal, lo vegetal, lo mineral, entre otros) que serán tópicos a recorrer desde las perspectivas ontológica, ética, estética y política.